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Donovan – Héroe o villano

SUNSHINE SUPERMAN o el disco que pudo haber tomado el pop por asalto

El tipo que ahora duerme tranquilo en una casona en el Distrito de Cork, Irlanda, anda por sus 70s bien entrados y no tiene necesidad de tomar una guitarra y afinar la voz para ganarse el pan. Tampoco para demostrar que no le robó nada a Dylan, como parece sugerir el documental Don´t look back (D.A. Pennebaker 1967), sobre la primer gira de conciertos del por entonces ídolo folk estadounidense a Inglaterra. Mucha agua pasó bajo el puente desde que salió de los pubs escoceses a mediados de los 60s a querer cambiar el mundo con una canción. Ese sueño que mantuvo buena parte de su vida (habrá terminado como manifestó Lennon?), parece haber quedado en pausa pero no muerto en sus palabras. Ni en sus canciones por supuesto.

Es verdad, apenas aprendió los primeros acordes en la guitarra de míticos juglares como Mac McLeod y Mick Softley, se largó a escribir, y parecía que sus primeros temas eran calcos de los de Dylan. Su primer single “Catch the wind” es su versión de “Chimes of freedom” con pizcas de Woody Guthrie y Ramblin´Jack Elliott (que a su vez influenciaran notoriamente a Bob). Si hasta “Hey tangerine eyes” uno de los temas que cantara para Bob en 1964, se parece a “Mr Tambourine man”! El mismo Donovan (o Donovan Leitch, su verdadero nombre) confió a la revista inglesa Mojo que “había sonado como Dylan por cinco minutos”.

Lo que no puede negarse a esta altura es todo el background que el joven prodigio había acaparado al momento de registrar sus primeros discos: ya conocía perfectamente a Bert Jansch, el héroe de la guitarra folk, y hasta participó en un triángulo de amor, con Bert y Berverly Kutner (luego esposa de John Martyn). No al mismo tiempo, conviene aclarar… También frecuentaba a otro eximio guitarrista llamado John Renbourn, quien luego formaría el grupo Pentangle con Jansch. Con lo cual, tenía conocimientos y herramientas para intentar hacerse un lugar en la ristra de cantautores que poblaban el Reino Unido en el renacimiento del folk de ese lado del Oceáno.

Su primer LP del 65 What’s Bin Did and What’s Bin Hid tenía todavía la pátina de aquellos trovadores sobre los que edificara sus bases, pero ya en el siguiente Fairytale (también de1965) se desmarcaba de las estampillas, incorporando  toques celtas y orientales, su localía en Londres y la cultura del uso de drogas para explorar otros estados de la mente y el autoconocimiento. Escuchar “Sunny Goodge Street” es meterse en zona bohemia y artística en ebullición, sus pubs, sus olores, su cultura.. Incorporaba el jazz, instrumentos no tan comunes en el pop como flautas, banjo, cuerdas… Y la imaginería al servicio de un retrato fiel de su ciudad. En ese disco brillan también “Universal Soldier” de una muy joven cantautora como Buffy Saint Marie y “ Oh Deed I do” de Bert Jansch, tributos que lo asocian en buena forma a la escena bucólica del folk de sus contemporáneos.

Llegamos a 1966, y acá conviene hacer un alto. Repartiéndose entre Londres y Los Angeles graba un disco que quiebra en dos la carrera de Donovan a caballo de pura psicodelia. Y posiblemente hubiera cambiado la historia del pop si una redada hecha por la policía en su piso en Maida Vale, plena zona chic de Londres, no hubiera dado por tierra con sus aspiraciones. Aparentemente la marihuana encontrada había sido plantada y estaba todo preparado para hacerlo caer. Lo cierto es que los días previos al hecho, Donovan había sido retratado en la TV armándose un bravo porro en un documental de la BBC…

Otro factor iba a ralentizar la edición del disco unos meses y es la demanda que estableciera su antigua disquera Pye, entre las poderosas en el Reino Unido en aquel tiempo, cuando el inefable Allen Klein le consiguiera un acuerdo con Columbia para lanzar su producción en Estados Unidos. La combinación de estos dos sucesos haría que Donovan perdiera el tren de anticiparse con su disco Sunshine Superman a dos hoy clásicos discos del pop y la psicodelia, como son Pet Sounds de los Beach Boys y Sgt. Peppers de los Beatles. Cinco meses separó a su tercer LP de la salida de esos dos cañonazos. Pero su disco, bien podría haber sido el que cambiara todo…

Efectivamente en Sunshine Superman, Donovan estaba on fire. Al bagaje acumulado hasta 1966 sumó canciones potentes, un arreglador especial en John Cameron, que hacía sus primeras armas luego de recibirse en Cambridge y trabajar en clubes de jazz y no paraba de adosar grandes músicos de distintas esferas musicales. Si hasta tuvo el honor de tener a Jimmy Page entre sus filas! Todo estaba dado para que este álbum fuera sensacional y le abriera las puertas del mundo.

El álbum reflejaba en primera instancia su relación, breve, con Linda Lawrence. La historia con su musa tendría una vuelta de tuerca bastante más adelante en su vida, con final feliz (la chica había sido previamente novia de Brian jones). Un tema específico, “Legend of a gril child Linda”   obviamente retrataba a su amor, pero también hablaba del fin de la inocencia en un estilo naive, coqueteando con las tradiciones. A partir de su composición, Donovan se daría cuenta que debía apelar a las raíces folk inglesas y no basarse en lo que pasaba del otro lado del Atlántico.

El soñador escocés iba a encontrar en el productor Mickie Most (ya curtido de promover a The Animals con su versión de “House of the rising sun” y a Herman´s Hermits con “I´m into something good”) a un aliado incondicional. Most iba a incentivarlo a utilizar toda una nueva paleta de sonidos y a utilizar músicos de jazz como Spike Heatley en bajo y Bobby Orr en baterías. Los músicos de jazz tenían fama de ser mucho más abiertos que los músicos de otros estilos, aceptar sugerencias y adaptarse a los cambios de ritmos que los temas sugerían. Los músicos clásicos eran muy rígidos por entonces, y los de rock te hacían sudar con sus exigencias.

John Cameron se dio cuenta enseguida que la instrumentación acústica era la que el álbum necesitaba y los primeros temas evidenciaron su acierto. El rock vino después con “Season of the witch”. De acuerdo a Donovan, el tema “Three King Fishers” se refería a hacerse uno con el mundo, con sus imágenes de “océanos estrechos en la arena”, y la canción “ Ferris Wheel” trataba de una chica que Donovan conocía, a la que en una salida, le quedó el pelo largo atrapado en el motor del ferry y tuvo que cortárselo.

“Bert´s blues” fue escrito a manera de apología. En palabras de Donovan “ A Bert no le gustó que yo saliera con Beverly Kutner y yo escribí la canción porque me sentía mal por él”. La canción capturaba también el gusto del músico por el jazz, los trovadores medievales y el folk.

“Season of the witch” era otra cosa, y le granjeó una gama distinta de fans a su favor. Tenía una cadencia y un pulso más rockero, casi como un blues con un riff característico y un nivel claramente adoptado en su mudanza a Los Angeles para grabarlo. Según el compositor, el tema refleja una sensación de amenaza que vagaba por el aire. La pieza comenzó a gestarse en el norte de Londres, en casa de John Renbourn, quien le mostró un acorde extraño en la guitarra, que Donovan estuvo tocando por siete horas seguidas, así no se le borraba, y dio pie a la gestación de la canción. El sentir de esos días, en que no todo estaba perfecto en el Jardín del Edén, los dealers rampaban en la Londres bohemia, trucando drogas blandas por las pesadas vertía su sombra profética en la cadencia y la lírica de “Season..”.

Al regreso de Los Angeles, donde terminó de grabar el disco, se suscitó la redada y un parate extraño de varios meses en la vida de Donovan, con viaje a las playas de Grecia incluido. Un timbrazo en el único teléfono que había en la isla donde moraba, lo volvió a la realidad: “Sunshine Superman” era número 1 en Estados Unidos.

Luego del éxito de “Sunshine superman” devino el mentado viaje a Rishikesh en la India, junto a los Beatles, Mike Love de los Beach Boys y la actriz Mia Farrow.

En la carrera de Donovan iban a seguir los éxitos con una prolífica segunda mitad de la década del 60., con discos excelentes como Mellow Yellow (1967), A Gift from a Flower to a Garden (1967), The Hurdy Gurdy Man (1968) y Barabajagal (1969) donde tendría al mismísimo Robert Plant poniendo voces en una canción.

A partir de la década del 70 sus éxitos comenzaron a escasear y su figura ya no sería relevante, aunque nunca perdió ese aura entre hippie y naive que sigue adivinándose en sus últimas producciones discográficas.

Lejos ya del runrún de ese enfrentamiento con Dylan que no fue real, el hombre que pudo cambiar la historia del pop, duerme tranquilo con nada que probar. Solo él sabe si es verdad que le mostró las grabaciones de “Sunshne” a Paul Mc Cartney cuando compartía instalaciones con Los Beatles, quienes grababan Revolver, también en los estudios Abbey Road. Su mánager Ashley Kozak le pidió que no lo hiciera, pero Donovan no habría podido dejar pasar la ocasión de presumir ante sus amigos. Después, el retraso de la salida de su disco y el cuarteto de Liverpool rompiendo todo con el Sargento Pimienta. Solo él sabe la carta que el destino pudo haberle deparado…


Material de consulta:
Libros: Electric Eden – Unearthing Britain´s Visionary Music, Rob Young
Dazzling Stranger-Bert Jansch and The British Folk and Blues
Revival, Colin Harper
Seasons they change-The story of acid and psychedelic Folk, Jeanette Leech
Shout! The true story of The Beatles, Philip Norman
Revistas MOJO Magazine Nº 211 (Junio 2011)

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